Las diferencias entre los hinchas de Millos y los hinchas de otros son muchas, incontables. Sin embargo, una de ellas, en vez de ser motivo de orgullo se convierte con frecuencia en una inevitable molestia: para ser hincha de Millos hay que ser multidisciplinar.
Gracias a un pesado lastre que carga la institución desde tiempo atrás -el cual ha impedido su definitivo resurgir futbolístico-, no basta con simplemente hablar de los talentos o carencias de los jugadores, del planteamiento táctico usado por el estratega o el desempeño arbitral. No basta con la cancha. En Millos hay que saber de leyes, procesos judiciales, intrigas políticas, conspiraciones mediáticas y hasta más. Tanto así que para quienes tenemos que documentar el acontecer embajador siempre hay dos agendas, la futbolística y la extrafutbolística (siendo en ocasiones más nutrida esta última).
Para la muestra un botón
Pues bien, para quienes todavía tenían dudas, la semana pasada fue una nueva y contundente muestra. Debido a las cuestiones de siempre, con viejos y nuevos actores en los mismos escenarios, el lunes al mediodía la victoria que dejamos escapar en Cali ya era un asunto prácticamente olvidado. Opté por ver el desarrollo de la situación y esperar en silencio. Me sorprendió saber que otros bloggers representativos obraron de forma similar (14Albiazul y Azzurro, por ejemplo).
Debe ser porque en nuestra cercanía a la volátil caldera que suele ser la institución -en especial cuando Los Nefastos hacen de la suyas-, siendo testigos de jugarretas maquiavélicas, cinismo agobiante y luchas intestinas por poder, dinero, contratos, caprichos y egos, aprendimos a ser prudentes, a no sacar conclusiones apresuradas con la cabeza caliente y simplemente aguardar. ¿Cuántas veces en el pasado juzgamos con severidad a los que no correspondía y permitimos la continuidad de quienes nos desangraban desde adentro y lo continúan haciendo aún hoy?
A la fecha, tengo un panorama relativamente amplio de la situación, pero me faltan detalles. Por eso mismo, una entrada relativa a los poderes en las entrañas de Millonarios, a los acontecimientos inexplicables que suceden sin conocimiento del hincha, al gobierno, el lote, la democratización, la venta y demás, tendrá que esperar hasta cuando pueda eliminar la mayoría de conjeturas y pueda hablar con propiedad de hechos. Simple responsabilidad.
Lo cierto es que aunque el episodio pasó y en el club se vive una tensa calma a nivel dirigencial, el agua se movió muy fuerte y la agitación subsecuente bien pudo propiciar muchos movimientos con impacto definitivo a corto y mediano plazo (espero que para bien). Pero hoy quiero enfocarme en el fútbol, por lo que pueden consultar otras reflexiones en torno a este tema con mis compañeros de Versión Azul y el Blog de El Tiempo.
Y ahora si…
Ese mismo lunes, en la mañana, mi entrada para el blog estaba lista. Me refería al interés de Millonarios por vincular a otro delantero (esto se dilató un poco en medio del amago de crisis, pero vuelve a estar vigente; las inscripciones cierran el lunes) y a la actuación del anterior sábado en Cali, con todo lo anecdótico que se podía acotar.
En su momento, la presentación reivindicó un poco la derrota en el debut frente al ahora imbatido líder DIM, pero la desazón era inocultable: por lo visto en el campo de juego, cualquier cosa que no fueran tres puntos era una derrota. Y lo fue, con un detalle adicional. Cuando Ciciliano tomó el balón para cobrar el penal, mientras un jugador de campo rival se enfundaba los guantes, pedí al cielo que recapacitara y dejara intacta la página que ya había escrito en la historia. Lastimosamente la intuición no me falló y el empate que debía ser victoria resultó aún más amargo.
Ahora bien, objetivamente, en el campo de lo estrictamente cuantitativo, un punto de visitante es valioso. Y con la historia reciente frente a Cali, más. Creo que idéntica reflexión puede hacerse sobre el resultado contra Tolima, en el partido de anoche. Dos puntos en dos salidas de casa, en plazas de las que usualmente llegamos sin nada, es bastante aceptable… otra cosa es que por justicia hayan debido ser seis (¡Ay, la definición, la definición!).
Sin embargo, el valor connotado de los puntos conseguidos afuera –ya estamos entre los ocho- depende directamente de concretar victorias como local. Aunque agónico, contra La Equidad el propósito se consiguió. Ahora vienen en seguidilla Quindío y Pereira, en El Campín. Deben ser seis puntos fijos indiscutibles, no solo por la conveniencia y la localía, sino por los rivales. Con eso, creo que podríamos enfrentar con más comodidad y confianza el calendario que se avecina, bastante intrincado, por lo demás.
El interrogante
Algo inquietante, eso si, es que el DT no haya podido encontrar un onceno definido. Producto de lesiones, sanciones y dudas sobre el desempeño de algunos jugadores, la alineación –también las variantes- ha sido prácticamente diferente en cada juego y, sin embargo, los cambios resultaron determinantes en el desempeño del equipo en los juegos ante La Equidad y Tolima.
¿Depender exclusivamente de Martín García como fórmula de ataque es escueto y permite que el rival tome control del partido? No lo podría determinar. Se supone que un esquema similar funcionó bien en la pasada Copa Sudamericana, si bien el planteamiento de esos partidos era diferente, por tratarse de llaves ida y vuelta.
Con el anunciado debut de Ariel Carreño y la posible vinculación de otro delantero, se pueden empezar a contemplar otras alternativas, que por el momento son García y Briceño, en funciones similares, o Castillo, quien no lo ha hecho mal pero es bastante irregular. Al día de hoy, cuatro goles ha convertido Millos en igual número de presentaciones. De ellos, ninguno fue convertido por los delanteros. No deja de ser algo por tomar en cuenta.
Para finalizar, solo me resta renovar la invitación a mantener el aliento a NUESTRO equipo durante los 90 minutos de cada partido. Una amiga, quien por primera vez visitó El Campín en el encuentro con La Equidad, me manifestó que lo más emocionante había sido como el vigor y el respaldo de la hinchada fue aún mayor en la adversidad de la derrota. Al final, nuestra paciencia tuvo efecto y justa recompensa.
Un saludo azul… ¡Solo existe un Grande!
Contacto y Material: endorfinazul@gmail.com
MSN Messenger: millosdemivida@hotmail.com
Gracias a un pesado lastre que carga la institución desde tiempo atrás -el cual ha impedido su definitivo resurgir futbolístico-, no basta con simplemente hablar de los talentos o carencias de los jugadores, del planteamiento táctico usado por el estratega o el desempeño arbitral. No basta con la cancha. En Millos hay que saber de leyes, procesos judiciales, intrigas políticas, conspiraciones mediáticas y hasta más. Tanto así que para quienes tenemos que documentar el acontecer embajador siempre hay dos agendas, la futbolística y la extrafutbolística (siendo en ocasiones más nutrida esta última).
Para la muestra un botón
Pues bien, para quienes todavía tenían dudas, la semana pasada fue una nueva y contundente muestra. Debido a las cuestiones de siempre, con viejos y nuevos actores en los mismos escenarios, el lunes al mediodía la victoria que dejamos escapar en Cali ya era un asunto prácticamente olvidado. Opté por ver el desarrollo de la situación y esperar en silencio. Me sorprendió saber que otros bloggers representativos obraron de forma similar (14Albiazul y Azzurro, por ejemplo).
Debe ser porque en nuestra cercanía a la volátil caldera que suele ser la institución -en especial cuando Los Nefastos hacen de la suyas-, siendo testigos de jugarretas maquiavélicas, cinismo agobiante y luchas intestinas por poder, dinero, contratos, caprichos y egos, aprendimos a ser prudentes, a no sacar conclusiones apresuradas con la cabeza caliente y simplemente aguardar. ¿Cuántas veces en el pasado juzgamos con severidad a los que no correspondía y permitimos la continuidad de quienes nos desangraban desde adentro y lo continúan haciendo aún hoy?
A la fecha, tengo un panorama relativamente amplio de la situación, pero me faltan detalles. Por eso mismo, una entrada relativa a los poderes en las entrañas de Millonarios, a los acontecimientos inexplicables que suceden sin conocimiento del hincha, al gobierno, el lote, la democratización, la venta y demás, tendrá que esperar hasta cuando pueda eliminar la mayoría de conjeturas y pueda hablar con propiedad de hechos. Simple responsabilidad.
Lo cierto es que aunque el episodio pasó y en el club se vive una tensa calma a nivel dirigencial, el agua se movió muy fuerte y la agitación subsecuente bien pudo propiciar muchos movimientos con impacto definitivo a corto y mediano plazo (espero que para bien). Pero hoy quiero enfocarme en el fútbol, por lo que pueden consultar otras reflexiones en torno a este tema con mis compañeros de Versión Azul y el Blog de El Tiempo.
Y ahora si…
Ese mismo lunes, en la mañana, mi entrada para el blog estaba lista. Me refería al interés de Millonarios por vincular a otro delantero (esto se dilató un poco en medio del amago de crisis, pero vuelve a estar vigente; las inscripciones cierran el lunes) y a la actuación del anterior sábado en Cali, con todo lo anecdótico que se podía acotar.
En su momento, la presentación reivindicó un poco la derrota en el debut frente al ahora imbatido líder DIM, pero la desazón era inocultable: por lo visto en el campo de juego, cualquier cosa que no fueran tres puntos era una derrota. Y lo fue, con un detalle adicional. Cuando Ciciliano tomó el balón para cobrar el penal, mientras un jugador de campo rival se enfundaba los guantes, pedí al cielo que recapacitara y dejara intacta la página que ya había escrito en la historia. Lastimosamente la intuición no me falló y el empate que debía ser victoria resultó aún más amargo.
Ahora bien, objetivamente, en el campo de lo estrictamente cuantitativo, un punto de visitante es valioso. Y con la historia reciente frente a Cali, más. Creo que idéntica reflexión puede hacerse sobre el resultado contra Tolima, en el partido de anoche. Dos puntos en dos salidas de casa, en plazas de las que usualmente llegamos sin nada, es bastante aceptable… otra cosa es que por justicia hayan debido ser seis (¡Ay, la definición, la definición!).
Sin embargo, el valor connotado de los puntos conseguidos afuera –ya estamos entre los ocho- depende directamente de concretar victorias como local. Aunque agónico, contra La Equidad el propósito se consiguió. Ahora vienen en seguidilla Quindío y Pereira, en El Campín. Deben ser seis puntos fijos indiscutibles, no solo por la conveniencia y la localía, sino por los rivales. Con eso, creo que podríamos enfrentar con más comodidad y confianza el calendario que se avecina, bastante intrincado, por lo demás.
El interrogante
Algo inquietante, eso si, es que el DT no haya podido encontrar un onceno definido. Producto de lesiones, sanciones y dudas sobre el desempeño de algunos jugadores, la alineación –también las variantes- ha sido prácticamente diferente en cada juego y, sin embargo, los cambios resultaron determinantes en el desempeño del equipo en los juegos ante La Equidad y Tolima.
¿Depender exclusivamente de Martín García como fórmula de ataque es escueto y permite que el rival tome control del partido? No lo podría determinar. Se supone que un esquema similar funcionó bien en la pasada Copa Sudamericana, si bien el planteamiento de esos partidos era diferente, por tratarse de llaves ida y vuelta.
Con el anunciado debut de Ariel Carreño y la posible vinculación de otro delantero, se pueden empezar a contemplar otras alternativas, que por el momento son García y Briceño, en funciones similares, o Castillo, quien no lo ha hecho mal pero es bastante irregular. Al día de hoy, cuatro goles ha convertido Millos en igual número de presentaciones. De ellos, ninguno fue convertido por los delanteros. No deja de ser algo por tomar en cuenta.
Para finalizar, solo me resta renovar la invitación a mantener el aliento a NUESTRO equipo durante los 90 minutos de cada partido. Una amiga, quien por primera vez visitó El Campín en el encuentro con La Equidad, me manifestó que lo más emocionante había sido como el vigor y el respaldo de la hinchada fue aún mayor en la adversidad de la derrota. Al final, nuestra paciencia tuvo efecto y justa recompensa.
Un saludo azul… ¡Solo existe un Grande!
Contacto y Material: endorfinazul@gmail.com
MSN Messenger: millosdemivida@hotmail.com
NOTA: Capítulo aparte merece el novelón armado por la prensa y el cuerpo técnico de La Equidad por el asunto del arbitraje. Justamente por eso y porque el espacio ya es insuficiente, quedará pendiente para una próxima entrada.